jueves, 7 de julio de 2011

La GATo

La, resultó ser gatO.
Por fin nos hemos visto las caras.
Al entrar en casa, a penas pude verle porque entramos en la habitación directamente.
Pero en cuanto me quedé sola y con la puerta abierta, allí aparecieron sus "rojojos" diabólicos, en la oscuridad, al fondo del pasillo.
Fueron acercándose hasta la puerta. Allí se detuvo. Echó el cuerpo hacia atrás y estiró los “brazos”. Luego hizo lo mismo con su cuerpo hacia delante. Sin dejar de mirarme con desprecio, pasó por mi lado y se quedó bajo la ventana, de espaldas a mí.
Miró al suelo, miró a la ventana, otra vez suelo, ventana...y se giró para lanzarme una mirada de odio, para después mirar a la cajonera que tenía a mi lado, que habíamos cogido para poner el ordenador y ver una peli desde la cama.
Lentamente, caminó rodeando la cajonera hasta volver de nuevo a la ventana.
Allí se quedó mirando la noche fijamente.
-Vamos! No eres capaz! Necesitas una cajonera para llegar? Sólo tienes que saltar un poco más, el doble, el triple.... o hasta que llegues al piso de enfrente! Hazlo!
Una mirada desafiante y zzzasss, una vida menos. A los dos segundos, un holograma en la repisa se fue materializando y allí se quedó, esperando de nuevo.
-Mirame!-le grité.
Pero no se giró.
Y con las palmas de mis manos bien abiertas le empujé al vacío...
-Jajajaa. Aparece! Vamos ven!
Pero pasaron los minutos y no apareció.
-Que pasa?
-No sé....yo.....la....el.....saltó y.....(llorando desesperadamente).....yo no sabía que ya había gastado 5 vidas, no lo sabía!! NO LO SABÍA!! Lo siento!!!
-Miaaaaaau
Parece ser que lA malditO decidió subir por las escaleras.

No le había hecho falta mover ni una uña.
Y a mí ya no me importó secarme las lágrimas con mis manos. Mis ojos ya rojos minutos antes, empezaron a hincharse hasta que dejé de ver la hermosa cara de mi amado.
Así como mi garganta, que ya casi no dejaba paso al espeso aire.
Era cuestión de tiempo, tiempo para acabar con mi primera y séptima vida.

3 comentarios:

Microalgo dijo...

Ay, por Dios.

Pruebe con un perro onírico. Pero de los pachones y buenorros, acaso incluso con barrilito en la pechera.

Osca dijo...

EL LAGATO R-AUSENTE
Había una vez un lagato vede llamado R tan lago, tan lago, tan lago que cuando fue a nadá no volvió. FIN

Niña Extrarradio dijo...

Aaaaay! Me ha encantado! Gacias mi queido peo vede!