sábado, 8 de agosto de 2009

Tolón!
To!
Lón!
Lónto!
To!
Tolón!

Un descompasado repicar abre puertas reclamando a zombies hambrientos de dolor ajeno y los encamina lentamente en dirección a la iglesia del pueblo. Allí se reunen esperando, espantando moscas, buscando sombras, pero sin perder la primera posición para atacar a su presa.
Llega el coche, lleno de flores y los guardianes se disponen a hacer la entrega. Abren paso, atacan, e inmediatamente, sin perder mucho tiempo, todo son succionados hacia el interior.
Cánticos acompañan el camino hasta la deposición. Entonces, cuando cesa la música, sólo el aleteo de abanicos invade la blanca y santa casa. Si cierro los ojos puedo imaginar que miles de pájaros andan revoloteando de allí para acá. Vuelvo a observar, y una pseudo-anciana golpea con el codo a los ocupantes de un banco y éstos, sin más remedio, como si se hubieran equivocado de asiento en el cine, han de abandonar su colocación y buscarse la vida por otros bancos.

-Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya, bastará para sanarme.
Alguién me puede explicar esta frase?

Seguimos con el coloreado aleteo acompañado de un trrrris o un trrrrrras en función si éste se abre al sentarnos o se cierra cuando nos levantamos, porque hay que ver lo poco que se diferencia con una sesión de sentadillas en el gym, el mismo calor, un monitor dando instrucciones...

El fulminante calor es cada vez más insoportable. Hay gente que opta por abandonar. Hay desertores que sólo quieren posicionarse de nuevo para volver a atacar o para ganar tiempo y llegar a la meta final antes que nadie: al cementerio.

-cataCRAK! el cuerpo de cristo...(yo pensaba que era su meñique el que crujía)
-Glup GLUP! tomad y bebed todos de él ....(sísí......por cierto lo tenía dentro de unas ampollas winkler de lo más monas...que nooo, que no pedí referencias)


Parece que ya se acaba...la gente se da besos unos a otros, se estan despidiendo. La de al lado me besa y me dice:
-Estoy enfadá contigo.
Y yo, con la cara estupefacta pienso: Cómo? Pero si no la conozco!
A continuación mi prima me besa y me dice:
-La paz sea contigo.
Aaaah, vaaaaaaaale.

Y al poco rato la plaza quedó desierta, como la calle de María, en su mecedora de piel marrón.
Sin duda, esta calle, no volverá a ser la misma...

Un beso María.

1 comentario:

xiriflus dijo...

Buen post, me recordó a mi pueblo, hace tiempo ya ...