lunes, 15 de febrero de 2010

Érase una vez...

...un pueblito llamado Abcindario. Sus habitantes convivían en perfecta harmonía y eran felices hasta más no poder. P, el Pintor, estaba casado con P, que tenía una Pastelería. El Cartero dejaba cada día una carta de amor en la Carnicería de su prometida la señorita C. La señora F, tenia siempre la Farmacia llena de Flores. Su enamorado era el encargado de adornar jardines, ventanales y cualquier rincón del pueblo con las Flores que él mismo plantaba. E era el único Electricista del pueblo y vivía con su hermano E, era Ecólogo y muy buen amigo de F. En el pueblo también había un Médico que tenía una hija: "m". Se llevaban muy bien con sus vecinos, una pareja de Veterinarios con un hijo de la misma edad que "m": "v".
"v" iba a buscar a "m" cada día para que saliera a jugar con él y sus amigos siameses "w" y el bueno de "u", pero ella siempre se negaba. "v", "u" y los siameses "w", iban cada tarde a planear desde una pequeña colina. Gracias a su físico eran de los pocos del pueblo que tenían esa habilidad. Éste era uno de los muchos motivos por los que "m" nunca quería ir con ellos, a pesar de que se moría de ganas de estar con "v".
Un día, "v" invitó a "m" a dar un paseo, sólos, hasta lo alto de la colina.
-Qué bonito se vé todo des de aquí arriba- dijo "v"- como tú.
-Bajémos, creo que tengo Miedo.
-"m", hace mucho que nos conocemos...
-Sí, hemos sido siempre vecinos.
-Confias en mí?
-Por qué me dices esto?
-Sube, quiero enseñarte una cosa.
Dos segundos después despegaron del suelo y cayeron en picado sobre O, un Oscuro gigante, que vivía a las afueras. Nunca se acercaba al pueblo y nadie lo echaba de menos. Se pasaba las horas y los días tumbado sin hacer nada. En ese momento "m" y "v" atravesaron O y nunca más se supo de ellos.
Después de ese día sus nombres fueron Santa Miedica y San Valientín que cayeron en el Olvido. Y es por eso, también, que en el calendario después del 13 de febrero viene el 15.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bonico el cuento...
KK