miércoles, 31 de marzo de 2010

ASIENTO DE MAL CULILLO

Toooma-toma, ya la he vuelto a liar!!! Yo y mi puta indecisión!!! Mis momentos “bocadillo o galletas” ya me están cabreando. En qué momento antes de nacer me preguntaron por el grado de equivocación que quería? Seguro que yo dije: póngame el más barato. (con lo rata que soy). No hay famosos que aseguran sus partes del cuerpo? Pues porqué cojones no existe una aseguradora de decisiones?
"Mire, este seguro le cubre parte de decisiones laborales y en el hogar pero no las personales. Cada vez que se equivoque, la otra parte implicada recibirá una compensación por el error y usted obtendrá una limpieza de conciencia gratis. También disponemos de alquiler de personal decisivo, es decir, tomarían decisiones por usted y así no tendría que preocuparse. Si se equivoca, la culpa no será de usted, piénselo bien".

Y toda esta locura por un sofá? Sisisi. Bueno, no, por un sofá y por otros asuntillos más importantes en las que personas queridas pringan por mi “sí o no”. Pero de este tema, que en realidad es el detonante de mi histeria, no voy a hablar.
Volvamos al sofá, no un sofá cualquiera, uno de esos con chaiselonge. El dilema es el siguiente: me lo trajeron al revés y si me lo quedo, el espacio del comedor estaría desaprovechado. El problema es que nos dimos cuenta tarde y ya habíamos atornillado y manipulado algo. Cuando digo manipulado me refiero a: -Papaaa, saca la navaja que este cacho sobra!
De este modo difícil que me lo cambien. Con lo simple que es: me lo quedo y punto, si total, es como la “L” del tetris, ya encajará en algún sitio.
Pues nooo, ala yo ahí erre que erre: me lo quedo? Intento cambiarlo? Me lo quedo? Intento cambiarlo? A la mierdaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!.....pero mierda blanda o mierda dura?

5 comentarios:

Kim Attacks dijo...

El seguro de decisiones le alegraría la vida a mucha gente... El sofá L puede que sea como aquel anuncio de Ikea, donde a alguien le regalaban un jarrón que no pegaba con nada y el tipo iba redecorando poco a poco hasta que encajaba en el espacio... ¡y había terminado cambiando TODOS los muebles! Pues eso, "redecora tu vida" o "bienvenida a la república independiente del sofá-tetris"

dimitri shostakovich dijo...

Quemalo por San Juan, tiralo por la ventana a ver si pillas a alguien, salta encima de el hasta destrozarlo...

No les des ideas a los de las aseguradoras porque el día que saquen los seguros para inseguros me van a desplumar, por cierto, has asegurado tu casa?

lodebari dijo...

Consejo después de haber sufrido algo parecido con el colchón (y discusión de pareja incluída por el mismo precio):
-Primero, no seas tan dura contigo misma. Todos nos podemos equivocar... y nos equivocamos!
-Segundo, intenta cambiarlo. El error es suyo, que te trajeron el sofa levógiro en vez de dextrógiro (o al revés). Mírate los derechos como consumidora (para poder defender mejor tu posición en caso que no te den la razón en seguida).
-Tercero, si no te lo cambian siempre puedes pedir el libro de reclamaciones (quién sabe) y quedartelo. Pero sin probarlo no sabes si te lo cambian o no.

Anónimo dijo...

¿Has probado a darle la vuelta al sofá?
Seguramente así encaje perfectamente en tu salón.
Me refiero a ponerlo con las patas para arriba. Quitarle los cojines, que probablemente seran extraibles, y colocarlos en la parte superior tapando las patas y creando una superficie plana y mullida donde retozar...
Si ves que el conjunto cojea, bastará con calzarlo en los puntos claves con un par de cajas de quintos de cerveza (o de litros en su caso)
A lo mejor así también se disimula el navajazo que parece ser que tiene el sillón en algún lado....
Espero que mi idea te saque del atolladero en el que te veo inmersa.
Saludos
kk

Niña Extrarradio dijo...

muchas gracias a todos, ahora tengo otro gran dilema con tantas ideas, no os podríais haber puesto de acuerdo? jajaja
saludos!