8 de la tarde.
Enciendo mi cámara. Encuentro un plano perfecto. Dos sillas rojas vacías, una red de volley a la derecha, el mar de fondo y justo encima la luna.
Grabando.
Avanzo unos 5º por segundo.
Una bonita silueta de la costa de Barcelona me retiene por un momento.
Sigo girando.
180º.
Una carpa llena de gente tocando música brasileña.
Gente bailando descalza.
Niñas bailando abrazadas a un peluche.
Pura felicidad.
Pura vida.
Sigo girando.
La barra del chiringuito llena de caipirinhas listas para ser servidas.
270º.
Un chico coloca caña por caña, gruesas, finas, cortas, largas...hasta lograr una estructura que decorará para finalizar, con antorchas en el suelo.
Mesas, sillas, gente, comida, bebida, pareos, toallas, sombrillas...
Y vuelvo al punto de inicio.
Dos sillas rojas, una red de volley, de fondo el mar y la luna.
Principio y fin,
difícil de distinguir.
Nacemos iguales,
Nos hacemos viejos similares.
Pero cuando cierre los ojos por última vez,
Recordaré mi hermoso baile,
Y la gente que me acompañó al compás,
Hasta que el tambor
Deje de sonar.
miércoles, 17 de agosto de 2011
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2 comentarios:
¿Y no se puede ver esa toma por ningún lado?
Estoy en ello. Pero no se puede esperar gran cosa, mi movil no da para mucho. Como diría mi tata, nada como el ojo humano, poder retenerlo y verlo cuántas veces quiera. Ojos como proyectores!!! Me pido unos!
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