No pinto cuadros, ni toco en un grupo, ni soy ONGera.
No entiendo de arte: ni música, ni cine, ni literatura...ni de política, ni siquiera se dónde está Cisjordania...
No soy moderna. Llevo ropa de cuando tenía 17 años y ropa de las rebajas armariles de mis buenas amigas.
Pero yo veo un barco que nadie ve...
Debo ser 1 de x-tantas-mil personas que circulan por la Diagonal que se ha fijado y eso me hace sentir única...
Puedo adorar a una persona que no le ha hecho falta demostrarme nada, simplemente desprende una energia contagiosa, cree en mí y nunca me lo ha dicho.
Puedo estar orgullosa de conocer una persona que posiblemente provocará el derrumbamiento de un edificio por tener la pared empapelada con todas las medallas de su vida. Pero lo que le hace ser una verdadera campeona es la capacidad de abarcar con todo al mismo tiempo: familia, una segunda carrera, estudio de idiomas, trabajo a turnos, milamigos, obras en el piso, entrenadora, nadadora y cargar con mi adopción como hermana.....sus días deben durar 48h, sin duda es una extraterreXtrA.
Puedo sentir admiración por una persona que ha visitado New York, la India y próximamente Vietnam. Que sabe revelar fotos, submarinear, hacer supermonas de pascua, patchworkear con marujas, ser diosa del Ponche, arrancacabezas, leoncia y cocodrila que no me deja comer atún, y me prohibe ponerme un poncho como mini.....pero lo que verdaderamente provoca esa extraña atracción (entre otro millonazo de cooosas) es que haya sido capaz de alegrarme cada mañana con un simple rotulador fucsia. El poder que pueden llegar a adquirir algunas cosas es increíble!
Empiezo a creer que la intelectualidad se puede compartir y que es más enriquecedor, claro, si partes de cero. Pero aún flipo más si esa persona, a la vez de explicarme la composición de “La pesca de atunes” de Sorolla, es capaz de imaginar que existe la antrochuchefagia, quiere saltar para hacer un mate sobre la cruz de una farmacia y además quiere aprender a hacer tiramisú conmigo.
Aprender....empaparse.....absorver...adsorber...dejarse enseñar...pero sin dejar de ser uno mismo.
Autenticidad, originalidad, imaginación.
Soñar.
Reir.
No ver para creer, sino creer para-sin ver...
...un barco cargado de....
Gracias,
Niña Extrarradio: no soy “guay” ni quiero serlo.