lunes, 4 de octubre de 2010

MI MEDIO MUNDO

Era un día normal, mitad nublado, mitad soleado, pero en blanco y negro. La gente paseaba, paseaba con el perro, paseaba con el carro de la compra, paseaba con el niño en bicicleta...no había “estaticidad”, pero era un movimiento ordenado. Hasta los árboles del parque parecían moverse al compás de mis pasos.
Un grito, y frente a mí veo desaparecer un joven engullido por la tierra. Me acerco y el suelo donde estaba había desaparecido, era transparente, cristalino. Y veía al chico caer, en la semiesfera gigante, donde medio globo terráqueo cóncavo hecho de plastilina, le estaba esperando. Pero ya no gritaba, su cara era de felicidad. Él también se había convertido en un cuerpo animado de colores y de plastilina que había abandonado en contra de su voluntad la otra mitad de la esfera gris y robótica.
Sigo oyendo gritos y cuerpos precipitándose bajo mis pies. Cada vez hay más terreno transparente y yo sigo en lo que parece ser el centro sin moverme, esperando mi turno...que nunca llega.

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