Marta y Pedro eran una feliz pareja que vivían en un ático de Barcelona.
Un día, Marta llegó a casa cargada con unos sacos de tierra y unas macetas.
-Pedro, este tiesto es para ti. Quiero que plantes lo que tú quieras. Pero tienes que hacerte cargo tú solito.
Pedro aceptó confuso, ya que con 40 años, era su primera planta. No tenía ni idea.
Marta, por su parte, plantó diversas hortalizas y como buena bióloga, las mimaba visitándolas a diario para no perderse ni una mínima parte del proceso.
No fue hasta al cabo de dos meses cuando hubo la primera aparición en la planta de Pedro.
-Por fin! -gritaba Pedro por el pasillo para mostrar su maceta a Marta que estaba tranquilamente desayunando en la cocina.
-Pero, eso qué es?
Sólo eran un par de centímetros pero se podían distinguir claramente, con su variada escala de grises y algún que otro blanco o negro.
Al mes siguiente, brotaba una larga cabellera que, por su propio peso, caía descolgándose por la repisa de la ventana.
A Pedro, no le faltaría nunca más un pelo de su cabeza.
Sí sí, he soñado con la:
P-lanta Pelantus
la historieta la he tenido que inventar, con personajes reales ;)
sábado, 11 de junio de 2011
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3 comentarios:
Buaf. Seguro que hace Usted trabajar horas extras a su camello.
Un abrazo.
cómo sabías que tenía un camello diminuto secuestrado, con bata de boatiné, pantuflas y copa de coñac, escribiendo por las noches para mí????
Jeje, un abraso.
se lo puedo enseñar???
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