me encontré un...
y otro...
y casi decido juntarlos.
¿Se sentirían extraños? Tanto tiempo compartiendo mano...y hacerlo ahora con un desconocido no entraría dentro de su cabeza, digo, de sus dedos.
Además está esperando el bus, seguro que le vienen a buscar.
No soy nadie para forzar el destino de un par de guantes. Mejor no los junto, también se merecen un poco de libertad y estar solos.
Somos guantes... somos manos... somos zarpas que hacen daño.
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