Estaba mirando por la ventana mientras filtraba el agua que habíamos recogido una hora atrás. Observaba a mis compañeros, que descargaban el material del coche.
Llegaron dos coches, un SEAT Quillo y un Nengdai Coupé.
Se bajaron una decena de jóvenes y una chica, a la cual, le pude distinguir la bolita del alfiler blanco sobre el labio superior, a pesar de la distancia y altura a la que yo me encontraba.
Entonces, se acercan a la barandilla y el listo de turno, simula repetidas veces que se tira por la presa, por el lado contrario al embalse. Imita un salto de espaldas, frontal, superman…etc. Mejor que se decida, en la realidad sólo tendría una oportunidad.
Después de 20 minutos de hiperactivismo, esperando que alguno de ellos se quedara quieto y no pareciese que estuvieran en una discoteca rodeados de árboles, se subieron a los coches y se fueron. No antes sin derrapar en la curva, claro.
Una hora más tarde estaba con mis compañeros sentados en una terraza, cerca de la carretera comiendo.
Una sirena a lo lejos dispara la alarma. En 11 años es la primera vez que la escucho.
Pasa una ambulancia.
5 minutos más tarde vuelve a pasar y justo detrás, el Ibiza de antes.
Falta un pasajero.
jueves, 10 de marzo de 2011
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1 comentario:
ufffffff, pero míralo por el lado bueno, un tonto menos.
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