viernes, 4 de marzo de 2011

LOS BARCOS SE VAN

La otra mañana, por la Diagonal, miré hacia arriba, donde siempre, séptimo piso, primera ventana.
Sentí un vacío inmenso, una tristeza desbordante....porque no estaba, no estaba mi barco.
Todo el edificio estaba desnudo.
Quién sabe si el barco que tanto fue para algunos, ahora esté dentro de una caja polvorienta, sin que nadie pueda disfrutar de su presencia.
Espero que esté en otra ventana, mirando al mar, donde siempre quiso estar.

Pues esto mismo me pasa con las personas, personas que por una cosa u otra, navegan y desaparecen de mi paisaje. Personas que no echo de menos, personas que no olvido, personas que han marcado, personas que se han borrado, personas que sé que volverán y personas que han naufragado...
Algún día aceptaré que los barcos no siempre vuelven a puerto.
De momento, seguiré mirando ventanas.....
Así es como encontré otro barco, lejos...aunque sea diferente, yo seguiré viendo el mismo y me imaginaré que es como el enano de Amelie...

No hay comentarios: