viernes, 25 de marzo de 2011

LA MALA EDUCACIÓN

La otra tarde fui a recoger a mi sobri de la guardería. Cuando subimos al vagón, las zonas de carros estaban ocupadas y no precisamente por carros.
Pon buena cara y pon el freno y te jodes en medio. No pasa nada.
Al bajar he ido al ascensor y una señora que podía coger las escaleras mecánicas ha optado por el ascensor.
-Pase señorita con el carro. Verdad que no cuesta nada ser educada?
-Muchas gracias señora. No no, no cuesta nada.
-Esque la gente cada vez es más mal educada. El otro día en un semáforo se puso en verde y todo el mundo delante parado bla bla bla y bla bla bla blaaa y no me dejaban pasar. Yo les dije: por favor me pueden dejar pasar? Muy educadamente, y encima se enfadaron. Si esque yo creo que hasta la crisis no existiría si la gente bla blablá bla bla blaaa...
-????
Llegamos a la salida y entro en el paso para carros. Se pega detrás mío.
-Señora, esque no se cerrará la puerta con ustéd detrás. Tendrá que pasar por las puertas de allí.
-Vale, vale.
Paso la targeta, se cierran las puertas de atrás pero no se abren las de delante. No puedo salir. Echo marcha atrás y justo cuando se cierran, se abren las de delante. Mierda!!!
Ella, desde el otro lado me dice:
-Esque tienes que pasar la targeta.
-Sisi, señora, ya la he pasado pero no se han abierto, aquí ponía fuera de servicio y por eso he salido.
Lo intento de nuevo pero como era de esperar me escupía la targeta como ya "validada".
Cagoen!
-Pasa por aquí. Pero pasa la targeta.
-No señora, ni me cabe el carro por allí, ni me deja pasar de nuevo la targeta.
-Esque ahora tienes que pasar la targeta para salir. Pásala por aquí.
-Que si que si señora- e inevitablemente empecé a subir el tono de voz por culpa de los nervios de verme atrapada- pero esque yo YA HE PASADO LA TARGETA y NO PUEDO SALIR.
Y volvía a sentirla a través de las puertas de cristal cómo me insistía:
-Pero esque ahora para poder salir tienes que pasar la targeta. Pása la targeta.
-QUE SÍ SEÑORA, QUE YA LO SÉ!
-Pero oye, que yo te estoy hablando bien, muy educadamente, no te pongas asi eh.
-Y YO MUY EDUCADAMENTE, CON TODO MI CARIÑO LE DIGO A USTÉ QUE SE VAYA A LA MIERDA, QUE ES MU PESÁ, DÉJEME EN PAZ! CANSINA!
Y mientras la mujer se alejaba hablando sola, noté un TIC-TIC en mi espalda.
Era el hombre de rojo que te soluciona los problemas targetiles.
Me abrió y conseguí salir de allí. Pero mi mala conciencia se quedó trás las puertas, atrapada en el metro y, eso, no me lo esperaba.

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