jueves, 5 de mayo de 2011

Y TE OLVIDÉ

Sí, eso es, te olvidé.

Ya no me acuerdo de tu cara, de tus ojos, de esa mirada que hacía que me sintiera tan pequeña.
Tampoco recuerdo tus orejas, escondidas debajo de tu hermoso pelo.
Ni de ese gigante lunar, que me querías ocultar. Imposible, soy un gato muerto, curiosa de nacimiento.
También me olvidé de tus manos de pianista, que buscaban la mejor sinfonía entre mis piernas.

Y aún menos me acuerdo de tu habitación. De tu enorme estantería con tu gran colección cinematográfica, que estaba junto a la ventana donde podía ver tus calzoncillos tendidos en la cuerda.
Y lo que se me ha olvidado por completo es el lugar de tu cuarto donde mejor se podía contemplar la alpargata marcada en el techo (maRdito mosquito!). Sí, seguro. Imposible de recordar tu cama.

No me acuerdo cómo nos conocimos,
cómo nos amamos,
cómo nos perdimos,
ni siquiera cómo te llamas.
Hasta se me ha olvidado olvidarte.

1 comentario:

Núria Cid dijo...

Molt bo, m'ha tocat aquell trosset on em pensava que ja hi havia crosta.