A ella, le gustaban los chicos malos.
A ella, le gustaban los chicos malos.
La idea de volverme “un capullo” no me entusiasmaba demasiado. Para una persona que el único pecado cometido en las últimas 3 semanas es matar una mosca con la laca de mi madre. Y como la pobre no podía salir por la ventana por su propia ala, tuve que ayudarle con el secador. Por lo menos murió bien peinada.
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