lunes, 10 de enero de 2011

ANDA, QUE NO ES POCO

Empuja, quiere salir. Finalmente le ayudan. Sólo no puede.
Entro a la habitación y allí está, estirada en la cama con algo nuevo enganchado a su pecho.
Me emociono, es mi hermana y me cuesta reconocerla.

El desconocido se retuerce, llora, duerme, succiona, llora, duerme, defeca...
...me mira. O eso parece. Su cara no cambia de expresión. El repertorio de ganyotas se me está acabando.
Es mi primer biberón. Coloco su incontrolable cabeza sobre mi brazo izquierdo, lo tapo con una mantita y me apresuro a que entre en contacto con la tetina antes de que rompa su llanto.
Cuando acaba, lo coloco boca abajo sobre mi pecho, con la cabeza-muelle en mi hombro. Le doy cuidadosamente unos golpecitos en la espalda y después de expulsar el aire y de dejarme algún que otro medallón por mi delicado trabajo, intento dormirlo en la mecedora cantando algo que se parece a una canción.

Le he comprado una toallita con esquinas reforzadas con mordedores, pero es como si tuviera unas manoplas puestas. No consigue sujetar nada.

Está tumbado. Tengo en la mano su toallita. La lanzo al aire mientras hago un gracioso ruido a la vez. Se ríe a carcajadas. Es la primera vez que lo oigo reírse de esa manera tan contagiosa.
Coge la toallita y consigue llevarse una esquina directamente a la boca. La retira, se la mira, la cambia de mano dos veces seguidas y vuelve a atacar con sus encías aún desnudas.
Sus padres le acercan el teclado de tela a los pies, ya que no para de mover la pierna izquierda, como los gatos chinos con el brazo, arriba y abajo, y lo patea melódicamente.

Ya consigue quedarse más de 10 segundos sentado sin caerse. Juega con varios chismes en la esquina del sofá atrincherado con cojines. Mi toallita está entre ellos.
Coge el teclado y se lo coloca en los pies el solito. Comienza el concierto.

Esta sentado, se deja caer hacia un lado, y hace la croqueta para alcanzar el objetivo divisado. Luego se queda boca arriba, con la presa cogida con las dos manos y la muerde con sus recién aparecidas paletas.
Empieza a tararear una melodía, es su propia nana. Hora de dormir.

Se arrastra.
Gatea.

En la cama grande, se dirige hasta el cabecero e intenta ponerse de pie. Lo consigue. Nos mira y se deja caer de culo contra el colchón. Se ríe, se divierte, con algo que ha descubierto él solito, sin que nadie le enseñe.

En el paseo, le regalo una hoja de un árbol y éste la coge minuciosamente por el final del pecíolo, al igual que los globos, que los coge por el nudo con sus deditos índice y pulgar. Ha mejorado increíblemente su precisión, tanto como un pie de rey.

Hora de la papilla. Aaaabre la boca exageradamente. Mientras, encaja piezas una sobre la otra hasta formar una altísima torre sobre la mesa.

Está gateando a la vez que empuja un cochecito. Le llamo. Estoy en la otra punta del comedor, en postura gateo. Nos miramos. Y acompañado por gruñidos salvajes nos acercamos de frente a toda velocidad. Una vez llegamos a juntarnos, se me tira al cuello y me llena la oreja de babas.

Me escondo. Me busca. Me encuentra. Se ríe.

Está sujetado a la mesita pequeña del comedor, con un papel en las manos. Se sujeta con la barriga, creo que no es consciente de ello.
Sólo quiere que le cojamos de las manos para andar. Te suelta una para señalarte algo y luego se arrasca graciosamente la cabeza para que se la vuelvas a coger. Es la señal.

Enciende el equipo de música del comedor y baila diferenciando cada estilo que suena.

Intentan darle su primera sopa de letras. Después de la cucharada número 15, nos dice todo lo que tenía que decir. Empieza a sacar lentamente todas las letras de su boca. No se había tragado ni una.
Sigue sin decir tita.

Se esconde. Lo busco. Lo encuentro. Me río.
Ya no necesita manos. Recorre el pasillo del comedor entero y luego se lanza a tus piernas abrazándolas.

Mientras pueda, continuaré siguiendo tus pasos.




DEDICADO A MI PEQUEÑO GRAN REY MAGO.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lindo.
kk
pd. espero que los reyes magos no te dejaran sin babero. Te va a hacer falta...

Niña Extrarradio dijo...

Ya te digo...