Podría ser en el metro, dónde si no se pueden encontrar objetos perdidos.
Me imagino sentada.
Leyendo sin leer.
Porque estoy pensando en otras cosas.
De pronto, no puedo evitar desviar la mirada para ver quién se sienta frente a mí.
Eres tú.
Nuestros ojos se clavan.
Ningún parpadeo.
Ninguna expresión en nuestras caras.
Somos dos desconocidos.
Entonces, yo empiezo a decirte todo lo que quiero decirte al mismo tiempo que tú me estás diciendo todo lo que me quieres decir. Pero ninguna palabra ha salido de nuestras bocas. Sólo pensamientos han traspasado las cabezas y se han perdido atravesando los 100 cm que las separan.
Te levantas, es tu parada.
Yo, sigo sentada.
Sigo leyendo sin leer.
Porque sigo pensando en otras cosas.
Porque sigo pensando en ti.
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3 comentarios:
...nsando en ti.
¿En mí?
kk
Tú eres tú? osea, tú, te, ti, contigo? pues creo que entonces será en ti. Jeje.
Gracias!
Amores fugaces de metro, autobús y ferrocarril... si los asientos del transporte público hablaran...
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