viernes, 26 de septiembre de 2008

1, 2, 3, YA!!! (2ª parte)

Esta vez las agujas apuntan en la misma dirección, lástima que estábamos en relojes diferentes...
Yo iba felizmente con mi biciNGleta por la Diagonal, con una maletoide roja con ganas de llegar a su destino ya que la pobre iba sujeta con un suspiro de goma mordisqueada. Y 10m frente a mí unas bambas amarillas zigazagueanding sobre un monopatín, llamaron mi atención (empiezo a pensar que soy la reencarnación de un zapatero o de unos pies porque vaya obsesión últimamente por el calzado masculino...).
Lo atropello?, lo avanzo y hago que me estrello? Todas estas opciones garantizaban más llamar su atención que confiar plenamente en mi triste mirada de tortuga.
Llegando a Francesc Macià nuestros caminos se separaron y esperando nuestros respectivos y opuestos semáforos nos giramos repetidas veces (coño y eso que llevo gafas!! se me habrá salido una teta? Pos no). y paralelamente avanzamos, unos más sulfurados que otros ya que pillé todos los semaforitos posibles además de ajustarme a mi velocidad crucero habitual, claro, y él estaba realmente lejos y ni un intento de recordarme. “Ya no lo pillo...” pero como si se tratara del sprint final de una contrarreloj me puse de pié y subí el último puerto antes de llegar al curro de mi madre dos semáforos más adelante, esa era la única meta a la que podía aspirar, tal y como estaba yendo la etapa.
Piñaaauuuuuu!!!!! Conseguí igualarme a su altura juuuusto cuando tenía que girar a la derecha, cruzar semaforito y ya estaba plantada en la misma puerta del trabajo de mi madre. “Cachisss!!!”. Me giré para despedirme telepáticamente y ví como había cruzado la diagonal hasta llegar a mi semáforo y......siguió de largo. Lo ví desaparecer en la esquina y apenada de nuevo hice señas a mi madre a través de los cristales de la portería. Volví a mirar la esquina “stargate” y tachan! Apareció!!! Se dirige con super seguridad hacia mí y yo mientras haciendo gestos de espanta-moscas con la mano a la vez que colocaba la bici de tal manera que la puerta de la portería quedara atascada: “joderrrr, mama quédate ande estas, no vengas porfi, si no quieres que haga como Judas y te niegue como madre”. Ya frente a mí, moreno, dientes perfectos, bermudas, camiseta negra, y voz de borjamari me pregunta:
-No nos conocemos verdad? (No, esque soy mirona de profesión, pensé, mientras deslizaba la patilla de mis gafas por mi mejilla hasta dejarla caer en mis labios juguetones, jajaja, es broooooma!!! Me las quité, las cerré y las colgué en el escote. Tampoco está mal, no?).
Se presenta y yo toda sudorosa (después del Giro, ya os podéis imaginar...quin fàstic!) me niego a darnos dos besos, pero demasiado tarde.
-A dónde vas?
Por favor, que alguien conteste por mi!!! Se aceptan palomas!!!
Al verme igual que la farola que tenía al lado, intentó hacerme reaccionar con un:
-Si quieres te puedes venir, voy a tomar algo con unos amigos aquí en Enrique Granados con Mallorca.
Joder, nadie piensa ayudarme? Quién coño a apretado mi boton de pauseeeeee II !!!! Mamaaaaaaa!!!!
-Bueno, pues dame tu teléfono.
Pensando ya casi a puntico de darle el zapatófono directamente y que ya me llamaría a mí misma......se lo di.
-Bueno, pues te dejo. Deu.
Joderrr, otra vez la cagué. Me di un voltio por la calle y todavía con la maletaciNG y ni rastro. Al menos un: cómo se llama el bar? 1, 2, 3, responda otra vez. Nadie me lo podría haber chivado?. Pues como era de esperar “todo quedó en nada” por segunda vez. Y lo peor no es la mega-factura que me llegará por pasear alegremente 2 horas...lo peor es que no podré suspirar cada vez que escuche su nombre pòrque....no me acuerdo cómo coño se llama!!! Es lo que tiene esta memorinha de pececinho....
Gracias,
Niña Extrarradio.

No hay comentarios: