Voy con mi biciNGleta por Enrique Granados y parada en el semáforo con Paris, el más lejano de Diagonal….miro a mi izquierda y ahí está, rojo, como enfurecido. Entonces, acto seguido, miro a mi derecha, bien cerquita y también está en actitud amenazadora preparado para desenfundar y añado de fondo un “wana wana wwwaaa, wa wa waaaa….wana wana waaaa, wa wa waaaaaa…wana wana waaa, wa wa wawaaa…” de duelo “Yon Güein”. Y piñau-piñau!! Game over y vuelven a sus posiciones de inicio andando de nuevo, como si nada hubiera pasado. Algún mal rollo de enamoramientos de los otros personajillos con bicicleta o algunas cuentas de pago como dice mi güeli, jeje.
Pues aquí no acaba la cosa. En Pi i Maragall con Secretari Coloma al pobre jorobao lo han emparejado con un supercachas, eso no se vale!!! El pobre “Pozí” tiene las de perder seguro!!!
Y no quedandose satisfecho el semafólogo, en C/Encarni cruzando Sardenya, tenemos el cruce marrrrrdito. A continuación toda la secuencia detallada para que entendáis el por qué. Me daréis la razoncita:
Miro semáforo.
Tarrojo
Miro izquierda pa ver si no baja ninguno y colarme pa cruzar
Oh my god!!! No veo una mierrrrda!!!!
Pienso en NO volver a mirar el puto muñeco cegador
Recupero visión
Parece que no baja ningún coche
Estará verde?? (pienso) Puesí….. Jodeeeerrrrr!!!! Otra vez, seré idiota???!!!
Inútilmente miro hacia atrás por si los capullos que giran no tienen ningún miramiento por la luz ámbar intermitente. Pero ya pueden atropellarme si quieren porque infelizmente no podré verle la cara al jilipichi por culpita de la “brillantez” del señor semafólogo.
Y eso es todo, eso es todo, eso es todo amigos!!!
Bueno, no, sólo denunciar el poco caso que le hacemos a nuestros amiguitos Kietopalao, el peligROJO de Kioto y, al Bueno de VERDi, el marciano de la Verdidiana amb c/ Sospir, a pesar de acompañarnos día a día. Y no creo que se diferencien mucho de nosotros, siempre esperando, pero por supuesto al contrario que nosotros, físicamente, almenos encuentran un momento para avisarnos de que algo está cambiando, sólo hay que hacer caso a nuestro parpadeo, nuestra alarma intermitente: nuestro palpitar….o acaso, como al pum-pum de los muñecos, hemos dejado de hacer caso a nuestro corazón?.................
eso parece…
Gracias,
Niña Extrarradio.
viernes, 26 de septiembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario